Por el método disciplinario aplicado por una profesora de primaria, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) emitó una recomendación para que se realice una investigación.
Lo anterior, toda vez que se comprobó la vulneración a los derechos fundamentales de un alumno de primaria, quien, a manera de medida disciplinaria, fue amarrado a una silla con cinta adhesiva por su maestra, además de recibir agresiones verbales y amenazas de volver a ser sujeto al mismo castigo.
En un comunicado, la CODHEM recomendó a la Secretaría de Educación buscar mecanismos para que el niño reciba atención psicológica personalizada, a la par evaluar si la maestra Itzel Anaid Mejía Rojas es apta para desempeñar la docencia frente a grupo y si cuenta con las características profesionales y psicológicas para tal encomienda.
Agregó que incluso la dependencia deberá emitir una circular en la que directores y supervisores, al enterarse de cualquier castigo de esta naturaleza, de inmediato den aviso a la Contraloría Interna y a las autoridades competentes, al tiempo de realizar investigaciones más detalladas sobre estos asuntos.
La CODHEM indicó que esta no fue una conducta aislada, sino que se recabaron testimonios que señalan la repetición de estas medidas ilegales y desproporcionadas por parte de la profesora contra otros alumnos, quienes de igual manera eran amarrados a la silla y sometidos a violencia psicológica mediante regaños y amenazas.
Informó que tras la investigación por la queja presentada por la mamá del menor, se determinó que la profesora, adscrita a la Primaria “Sor Juana Inés de la Cruz”, de Zumpango, transgredió el derecho del niño a la protección contra castigos corporales y otras formas crueles, inhumanas o degradantes, además de vulnerar el derecho a la educación.
La CODHEM estableció en su recomendación que no obstante haber conocido de los hechos, el supervisor escolar, Hilario Barrera Flores, se limitó a imponer sanciones disciplinarias, sin realizar una investigación profesional, además de sugerirle a la maestra que solicitara su cambio de adscripción “para tener contenta a la mamá”.
Para el organismo, dicha actuación demostró desinterés, pues resulta preocupante que las autoridades educativas aborden y resuelvan asuntos tan delicados como un trámite administrativo más, en lugar de realizar una investigación seria y profesional, en la que se proteja por sobre todo el interés superior del niño.
De acuerdo con la comisión, pasaron alrededor de siete meses para que alguna autoridad interviniera y el resultado fue una medida de corrección irrisoria, conformándose con la amonestación, sin dar parte a la Contraloría interna.
Al momento de ejecutar dichos actos, la profesora incumplía los requisitos de ingreso al sistema educativo, ya que cursaba los primeros cuatrimestres de la Licenciatura en Pedagogía, y no contaba con el título profesional, situación contraria a lo establecido en el artículo 102 de la Ley de Educación del Estado de México.