El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó un avance de las principales causas de muerte el año pasado. El estudio dimensiona la crisis detonada por el COVID-19 y exhibe las diferencias con las estadísticas difundidas por la Secretaría de Salud federal.
Según el Instituto, entre enero y agosto pasados se documentaron 108 mil 658 decesos por el virus. Salud había reportado 75 mil 017.
Sus datos se basan en certificados de defunción de oficialías del Registro Civil, los Servicios Médicos Forenses y Ministerios Públicos estatales.
“No es ninguna sorpresa. El Inegi es la autoridad autónoma en materia de las estadísticas vitales…”, respondió el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien acentuó que la información de la Secretaría se basa en las muertes confirmadas sólo en los hospitales.
La titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, confirmó la veracidad de los datos. “El Inegi es sumamente confiable y tiene más herramientas que nosotros”.
Entre las principales causas que detonaron los fallecimientos en el periodo en mención, en el primer lugar continúan las enfermedades del corazón (con 141 mil 873). En el caso del COVID-19, desplazó a las restantes: diabetes mellitus, tumores malignos, influenza y neumonía, enfermedades del hígado y padecimientos cerebrovasculares. También superó a los homicidios y los accidentes.
Las cifras definitivas, que incluirán información de los peores meses de la pandemia, serán publicadas en octubre próximo, tras analizar y confrontar todos los expedientes.
Anoche, la Secretaría de Salud federal registró 153 mil 639 defunciones por el nuevo coronavirus y un millón 806 mil 849 contagios confirmados.
Estiman hasta 300 mil muertes a finales de año
Aunque la vacunación contra el virus inició en diciembre en México, el infectólogo Alejandro Macías y el epidemiólogo Carlos Alonso estiman que, por la lentitud en el proceso, este año se puede llegar a 300 mil muertes.