George Orwell en su novela 1984, planteaba una cruel visión futurista (el libro lo escribió en 1948) donde la sociedad sería controlada por un gobierno tiránico a través de distintos métodos de dominación, uno de ellos denominado dos minutos de odio; que básicamente consiste en que durante dos minutos al día la televisión transmite al público imágenes alusivas a personajes opuestos al régimen, durante el tiempo que durase la transmisión la gente grita consignas contra las imágenes y llenando al espectador de odio, esto funcionaba por un principio básico en la política moderna, solo se necesita a una persona o grupo de personas para que sean odiadas, pues mientas haya alguien a quien culpar preferentemente a alguien externo al gobierno, la gente se unirá al grupo dominante obedientemente, sin cuestionar a la autoridad o sus decisiones.
Los recientes acontecimientos ocurridos en Francia refuerzan el miedo que se vive en gran parte de Europa y Estados Unidos hacia todo aquel que tenga una cultura o cosmovisión distinta, al denominar terroristas a todos musulmanes, se encasilla a todo un grupo de personas por su origen étnico y religión, este efecto es muy conveniente para los gobiernos occidentales, porque así pueden deshumanizar a esos grupos, obteniendo con ello la aprobación de su población para invadir y eliminar sin piedad a las personas que viven en Medio Oriente, lugar donde se encuentran una gran cantidad de recursos naturales como el petróleo y otros minerales.
El terrorismo, por otro lado es un comportamiento reprobable sea la cual sea la ideología que abandera para legitimar sus acciones, el terrorismo no es parte de ninguna religión, incluso es necesario recordar que el terrorismo se comente también en diferentes contextos como por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos implemento políticas de terror en Nicaragua en los años ochenta o en Afganistán hace apenas algunos años, como lo indican los reportes oficiales de la CIA.
Por ello mientras tengamos miedo los unos de los otros por nuestras diferencias y mientras sea más fácil odiar que tender puentes de diálogo y entendimiento, no habrá justicia o como reza una canción de Bob Marley; Hasta que la filosofía, que sostiene una raza Superior frente a otra inferior, sea finalmente y permanentemente desacreditada y abandonada. Por todas partes habrá guerra.
Escrito por : Isidro Perez
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